El boom del Ébola

A ver si he entendido bien. Excalibur ha sido sacrificado. Qué desgracia, qué gobierno tan incompetente. ¿La culpa era del perro? ¿En serio tenía que morir un perro inocente por errores del Gobierno? Evidentemente, lo siento por el perro, lo siento por la dueña, y estoy segura de que si fuese mi perro movería cielo y tierra por que no le tocaran un pelo.

Pero vamos a ser un poco serios. Ayer se manifestaba un grupo de personas frente al piso en el que vivía el animal, ondeando pancartas y gritando “Excalibur, no estás solo”. ¿Qué nos está pasando? ¿Se nos está yendo la pelota? ¿Qué pretendían? ¿Atacar al Gobierno o defender los derechos del sacrificado?

A todos los que defienden ciegamente al perrito les diría una cosa. No defiendo la gestión del Gobierno, pero cada día en España son sacrificados más de cien perros en las perreras. Perros sanos, que no suponen peligro alguno para la salud. Perros bonitos, perros abandonados. A cada uno de los que ayer se manifestaba por Excalibur le daba yo un perro. Pero no, lo importante es Excalibur.

Sin ir más lejos, con la enfermedad de las vacas locas se sacrificaron unos 7 millones de vacas presuntamente enfermas. Pero nadie dijo nada ni dedicó frases bonitas a las vacas, porque claro, no son perros. Y bueno, con la gripe aviar se sacrificaron en torno a 20 millones de pollos, por precaución, ni se les analizó.

Señores manifestantes, yo también salvaría a Excalibur pero no os entiendo. No entiendo que valga más un perro que otro.

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